Evaluación sensorial de los alimentos
Cuando hacemos una evaluación sensorial de los alimentos valoramos la calidad de los alimentos por medio de los sentidos u órganos sensoriales podemos afirmar que la apreciación es subjetiva, así como los juicios que emitimos en este aspecto.
De tal manera que cada individuos decidirá si los alimentos tienen una calidad aceptable o no, o si los ingiere no.
El tamaño, la forma, lo dorado u pálido, el brillo y fidelidad de los alimentos ya sean procesados o naturales son estimados por el ojo.
La vista también es importante en la ligereza, así como la estructura de los alimentos.
La percepción del tamaño forma y color de los alimentos y las características como transparencia, opacidad, turbidez, deslustre o brillo son medidos por los órganos de la vista.
Una vez que la comida pasa la prueba visual los órganos sensoriales de nariz y boca se utilizan para obtener información adicional de la calidad de los alimentos.
Estas sensaciones se incluyen bajo el titulo de sabor.
La análisis sensorial
El sabor de un alimento tiene tres componentes: olor, gusto y sensaciones compuestas conocidas como sensación bucal.
Aunque científicos y técnicos de los alimentos se interesan en la evaluación sensorial del sabor de los alimentos, los fisiólogos y psicólogos principalmente han sido quienes han intentado averiguar como se perciben las sensaciones del sabor.
El olor de un alimento contribuye grandemente al placer de comer.
El olor, al igual que la apariencia, puede ser un índice valioso de la calidad de un alimento e incluso de su buen estado y frescura.
No obstante la importancia del olor en la evaluación sensorial de los alimentos, pocas personas podrían contentarse con solo oler la comida antes de ingerirla.
Valoramos la comida por su sabor, en el estricto sentido de la palabra.
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