Desde las tierras lejanas de Marruecos, ha llegado al mundo de la cocina una adquisición digna de los más exóticos paladares:
El aceite de Argán.
Este singular producto contiene una gran cantidad de antioxidantes, por lo cual ha sido considerado como uno de los factores anti-edad en la actualidad.
Además de ello, su consumo en el mundo culinario ha sido considerado como una de los últimas novedades en la creación de platillos.
El aceite, como su nombre lo indica, proviene de la planta de Argania o Arganier, un árbol que es encontrado en climas cálidos del norte de África, en especial en el país de Marruecos.Además de territorios marroquíes colindantes con el Sahara, puede encontrarse en lugares del área española de Santalucía, en las Islas Canarias y en algunas secciones de nuestro territorio mexicano.
Esta planta que llega a tener entre ocho y diez metros de alto, crece en este tipo de condiciones climatológicas porque llega a aguantar temperaturas de hasta cincuenta grados centígrados.
Sin embargo, los grandes bosques de Argania han sido consumidos como parte de la explotación forestal de estas plantas como combustibles locales.
A pesar de ello, a partir de los años noventa, la irrupción de este aceite en ámbitos como el cosmético y el gastronómico ha brindado grandes cambios y beneficios a ambas industrias, dejando de lado el consumo masivo del árbol, completamente.
Lo importante de este singular producto es que la extracción de tan preciado aceite se hace de forma artesanal, es decir, que no hay una gran producción industrial, lo cual hace que aumente su valor.
Las nueces de este árbol
El origen es exótico e interesante, ya que de entrada, las manos de mujeres de la tribu Bereber, en Marruecos, toman las nueces de este árbol de Argán y se tuestan para después prensarlas en frío y obtener el producto.
No hay que confundir este tipo de aceite con el usado para la cosmética, pues este último se obtiene de una semilla de un tipo distinto, por lo que hay asegurarse que el aceite es para uso comestible.
En cuanto al olor, podemos decir que un rasgo distintivo del aceite de Argán comestible es un aroma muy especial que nos puede recordar tanto a un perfume anuezado como a la almendra, pero con mayor cuerpo que un aceite de oliva.
Por otro lado, algunas de sus características nutrimentales tienen atributos que podrían pasar por mágicos, pero que son muy reales, pues ayudan a la salud y podrían asombrar a muchos que desconocen sus propiedades.
Para empezar, el aceite de Argán tiene una gran riqueza en vitamina E, Omega 6, Omega 9, bajo colesterol y una composición parecida a la del aceite de oliva, pero con mayor estabilidad en sus componentes.
Los beneficios pasan desde eliminar cicatrices de una manera más rápida hasta funcionar como un anti-inflamatorio y analgésico natural.
En cuanto a la utilización en la cocina
En cuanto a la utilización en la cocina, el uso de este producto en materia gastronómica tiene una gran versatilidad.
El paseo culinario en una mesa que contenga aceite de Argán puede ir desde cocinar ligeros pescados blancos hasta frescas ensaladas.
Hay que recordar que este aceite posee propiedades muy benéficas para la salud, sin embargo, los beneficios son todavía mayores cuando se usa crudo, aunque sí aporta propiedades adecuadas para la salud con diferentes tipos de cocción.
Además de ello, es muy utilizado en cocinas como la árabe y la marroquí. Es usado para el cuscús y en los postres. ¿Has probado algún platillo sustituyendo el aceite de oliva por Argán? La salsa pesto con aceite de Argán brindará un toque más robusto a esa exquisita cena italiana.
Gracias a la escasez ha llegado a tener un alto precio, pero ya comienzan a tomarse medidas para multiplicar la producción de estos árboles y darle a la gente una mayor variedad de sabores y beneficios que contiene la magia en el paladar de un lugar mítico y lleno de sabor.
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Autor: Maestro Ricardo Herrera